¿Sabe usted lo que es la tristeza?
¿Acaso alguna vez lo ataron a una silla para cortarle el flequillo?

La carente da
se da
hasta vaciarse

Frida

Toda estremecida la joven dormía
ella con su columna destrozada,
toda ella desmembrada.
Oda a su ángel guardián
que es sordo.

Una hoja de Jacaranda
Un boleto de colectivo
Un libro de Tagore
Un ultimo cigarrillo apagado en mi balcón

Vestigios tangibles
de aquel que ya no esta

Que así sea mi recuerdo

Un día en la primaria a Florencia le mostraron varios dibujos y ella tenía que ponerles nombres de gente que conociera. Uno era un garabato y ella escribió Eloiza, debajo. Identifico el dibujo con mi nombre.Yo me enoje tanto. Ahora me alegro.

Gaspar el corrector literario y jugador de ajedrez.

Palabras textuales de Gaspar:


Sos una limada.
Una boca sucia.
Anda a lavarte la boca al riachuelo.
Das besos de lengua al primer gil que te acerca la boca.
Dos palabras que empiezan con L quiero decirte, y no me animo.


Loca
Limada
Dos palabras con L quieren decirme
Y no se atreven.
En L se mueve el caballo
La pieza del ajedrez
En L me muevo yo
Y no duele
Tanto.

“Una revolución en el sentido de la estructura del texto.
No nos interesaba el soneto,
el soneto tan cacareado por Leopoldo Lugones”


En L se mueve el caballo.
La dama es la única pieza que se mueve con total libertad
a su antojo
en libre verso.






Max,
Otro jugador.


El ajedrez es implacable.
Un mal movimiento y se pierde la partida.
Si es que había partida. Si es que estábamos jugando.


Quien es el vencedor y quien el vencido
Ninguno de los dos



El niño Max
Elude.

Recluirme toda

Para mantenerme etérea,

Hasta desaparecer.

Eloiza

Aferrada a un poste de un muelle en el Delta ella espera que el peligro pase. Es inútil, la corriente es más fuerte que la perseverancia de aquel hombre. En la escalera el la espera. Ella sube hacia aquella mano que la lastima pero no la ahoga. El agua no le da mas tregua.

El
Tan atrevido en su sinceridad
que nunca dijo una palabra

Ella
Presa de la obediencia mas pura.

Defensora de pobres y ausentes solían llamarla sus padres.
Mientras.

Ninguna mano aquí te hará llorar.
Tranquila
Eloiza.