domingo, 7 de junio de 2009

Eloiza

Aferrada a un poste de un muelle en el Delta ella espera que el peligro pase. Es inútil, la corriente es más fuerte que la perseverancia de aquel hombre. En la escalera el la espera. Ella sube hacia aquella mano que la lastima pero no la ahoga. El agua no le da mas tregua.

El
Tan atrevido en su sinceridad
que nunca dijo una palabra

Ella
Presa de la obediencia mas pura.

Defensora de pobres y ausentes solían llamarla sus padres.
Mientras.

Ninguna mano aquí te hará llorar.
Tranquila
Eloiza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario